Buenas tardes mis queridos niños y niñas
TEMA: Comprensión lectora
EVIDENCIA DE APRENDIZAJE: Reconoce la importancia de la correcta comprensión lectora e interiorizo herramientas para lograr este fin.
DESARROLLO DEL TEMA:
1. Con base en la siguiente lectura completa la ficha de compresión lectora.
El misterio del bosque encantado
Había una vez en un pequeño pueblo llamado Villa Esperanza, dos hermanos curiosos llamados Sofía y Tomás. Les encantaba explorar y descubrir cosas nuevas, pero había un lugar que nadie en el pueblo se atrevía a visitar: el Bosque Encantado.
Se decía que en ese bosque habitaban criaturas mágicas y que quien entrara sin permiso podía perderse para siempre. A pesar de las advertencias de los ancianos, Sofía y Tomás no podían resistir la curiosidad. Una tarde, después de la escuela, decidieron aventurarse en el bosque.
Al cruzar la entrada, todo parecía normal, pero pronto comenzaron a notar cosas extrañas. Los árboles susurraban entre sí, las flores cambiaban de color al tocarlas y un conejito azul con alas los miraba desde un tronco.
—¡Miren! ¡Un conejo con alas! —dijo Sofía, sorprendida.
—Debe ser parte de la magia del bosque —respondió Tomás, maravillado.
El conejito se acercó y les habló con una voz suave:
—Bienvenidos al Bosque Encantado. Ustedes tienen un buen corazón, así que les ayudaré a encontrar el camino de regreso, pero primero deben superar una prueba.
Sofía y Tomás aceptaron el reto y siguieron al conejo hasta un claro donde había tres puertas de colores: una roja, una dorada y una azul.
—Solo una puerta los llevará de vuelta a casa —dijo el conejo—. Para encontrarla, deben resolver un acertijo: "Si la luna brilla y la noche es fría, ¿qué color elegirías?"
Los hermanos pensaron.
—La luna brilla plateada y la noche fría es azul —dijo Sofía—. ¡La puerta azul es la correcta!
Tomás asintió y juntos empujaron la puerta. Al cruzarla, se encontraron de nuevo en el pueblo, justo en la entrada del bosque.
—¡Lo logramos! —exclamaron felices.
Cuando voltearon, el conejo azul ya no estaba, pero las flores del bosque brillaban como despedida.
Desde ese día, Sofía y Tomás aprendieron a respetar la magia de la naturaleza y a escuchar las advertencias de los mayores.
